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Sin duda, el mejor aliado para las noches de invierno es un buen relleno nórdico. Gracias a su composición, nos permite mantener el calor al adaptarse a todo tipo de cambios de temperatura. Así, no pasaremos frío en invierno y, cuando se vaya acercando el buen tiempo, no tendremos necesidad de destaparnos porque seguiremos estando calentitos con la temperatura ambiente.
Por supuesto, entre sus puntos fuertes incluye ser una pieza antibacteriana, antiácaros y antihumedades.
Dentro de las características claves dentro de esta ropa de cama está su calidad. Compuesto por 100% poliéster en fibra hueca conjugada y siliconada. En lo que respecta a la superficie tenemos microfibra también 100% poliéster. El color base es el blanco con acabados de ribete blanco y doble costura. No tendrás que preocuparte por un peso excesivo ya que sólo son 300 gramos por metro cuadrado. Ligero y siempre, siempre, calentito.